Camino de transformación

Camino de transformación
La Luz siempre vibra en una frecuencia muy alta. Conforme nuestros cuerpos y órganos se armonizan nos hacemos canales más puros y se producen cambios casi imperceptibles al principio, pero luego de forma más consciente con la purificación y la curación que experimentamos sucesivamente y según lo que necesitamos. El Amor y la luz han de ser inseparables para que podamos sanar lo más profundo en nosotros... todas nuestras heridas multidimensionales. Hay muchos caminos para trabajar la luz y todos tenemos de forma latente unos dones particulares para ello.... Yo siempre digo que al igual que en el plano material de la tierra trabajamos para nutrirnos, en los planos sutiles energéticamente también es así. Es inevitable sentir que uno tiene algo que hacer y buscar sin saber el qué, donde y como. Lo primero para empezar a recordar es hacerse consciente de ese anhelo y aceptar los signos y las señales que te irán despertando y guiando a lo largo del camino de transformación. Recuerda que la energía no se destruye... se transforma y refina, conforme la trabajamos en nosotros nos sincronizamos, nos conectamos y nos alineamos con ella. Como otras tantas técnicas el Reiki es un camino sencillo para iniciarse en el manejo de las energías y empezar a ofrecer un servicio útil al mundo. Yo tengo la maestría en varias técnicas. Para quien le vibre este método y contactar conmigo puede enviarme un e-mail a aymeluzyan@ymail.com.

*LA FUERZA DEL AMOR

VIDEO PRECIOSO QUE NOS HABLA SOBRE LA FUERZA DEL AMOR... NO TIENE DESPERDICIO. AL FINAL LA BASE DE TODO ARREBATO ES EL DESCONTENTO POR LA INSEGURIDAD QUE PRODUCE LA FALTA DE AMOR... EN UN INTENTO DE PROTEGERNOS LO BUSCAMOS FORZANDO SITUACIONES CON METODOS ERRONEOS. ¡MARAVILLOSA Y ESCLARECEDORA TECNICA PARA REPARAR DAÑOS, TRANSFORMANDO EL DOLOR Y TRANSMUTANDO LA IRA...!!! ¿QUE OPINAIS...?

viernes, diciembre 9

Informe Astrológico, diciembre 2011





Desde la Luna Llena del 11 de noviembre hacia la próxima luna llena de Sagitario del 10 de diciembre hemos estado asimilando las experiencias vividas.
Hayas o no meditado en el famoso evento del 11.11, la confluencia mundial de almas que se reunieron en todas partes del mundo logró producir una resonancia única para el anclaje de las  frecuencias de unidad e integración. Como  Nueva Humanidad estamos practicando conducir La Nave Tierra hacia la próxima sincronización galáctica. No es sólo un día, ni un evento determinado, es la acumulación de intenciones, actos, pensamientos, sentimientos, individuales y colectivos lo que está produciendo el cambio planetario.  Todos somos responsables y actores importantes en el día a día.
Cada uno de nosotros está cumpliendo con su misión, en tercera dimensión uno puede sentir que le tocó un lugar pequeño o difícil en el reparto de la “misión”, pero desde los planos superiores las cosas se ven de otra manera. Lo que importa es el estado de conciencia que proyectamos en el entramado universal. Puedes ser un empleado silencioso entre papeles sin sentido, sin embargo tu espíritu puede estar resonando en una alta frecuencia de amor y desde allí irradiar paz y equilibrio en esa parte del universo que te tocó habitar. Seguramente estarás aprendiendo a fortalecer tu espíritu en medio de las dificultades, a ser una poderosa luz en la oscuridad. Sólo el verdadero amor incondicional sabe de su tarea silenciosa y efectiva.
Diciembre es un mes para la reflexión y el descanso, dejar que pacíficamente las vivencias se acomoden y abrirse hacia una visión más amplia de la realidad.
Mercurio retrógrado en Sagitario hasta el 15 de diciembre nos lleva hacia esa re-flexión, volver hacia adentro y observar que experiencia está absorbiendo el espíritu. Hay una calibración profunda de nuevos campos de energía que se está produciendo en todo el planeta y en cada uno de nosotros, necesitamos estar tranquilos para incorporar estas frecuencias sin resistencias de la mente. No es momento de proyectar el futuro, sino de introyectar y asimilar las vivencias que se presentan, observar las tensiones internas y disolverlas con meditaciones.
El 10 de diciembre habrá un eclipse total de Luna, el Sol estará en los 17° de Sagitario y la Luna en 17 ° de Géminis. Meditar durante este eclipse significa poder ir hacia nuestro espíritu puro para integrar nuestro sentido de identidad, dejar de lado las dudas mentales y conectar el Yo infinito, el Sol se encuentra en Sagitario, uno de los signos más espirituales. La Luz del espíritu desciende íntegramente sobre nuestro ser y lo ilumina.
Una meditación sencilla es alinear nuestros centros de energía en una columna dorada, colocar la atención en los chakras superiores y permitir que la luz pura descienda hacia los centros inferiores, iluminando e integrando todos nuestros estados de conciencia, llamados chacras. Luego colocar la atención en el centro corazón y silenciosamente permitir que la verdad y el amor impersonal se irradien desde allí. Buscar conexión con nuestro ser superior, con las nuevas ideas evolutivas,  y centrarse  en el corazón.
Este eclipse es una oportunidad para conectar la mente superior de Sagitario y desde allí iluminar la Luna en Géminis, la cual muchas veces se debate en las trivialidades de lo cotidiano y pierde el enfoque de lo verdadero. Los antiguos sabios  usaban los eclipses como momentos para acumular  las energías necesarias  para los cambios que deseaban realizar. Cuando los campos energéticos del Sol y los planetas confluyen son acontecimientos plenos de poder y esas energías pueden utilizarse en la meditación y fortalecimiento interior. Esta luna llena es una oportunidad de ajustes mentales y emocionales, decantando  ideas y sentimientos que no nos ayuda a evolucionar.  Es un empujón evolutivo para quienes buscan cambiar sus patrones de vida.                      
Otro aspecto astrológico que está ordenando la conciencia humana  es Saturno en Libra
Saturno transita el signo de Libra desde julio de 2010 hasta setiembre de 2012. Está poniendo en orden todo tipo de relaciones humanas, con especial foco en las relaciones de pareja, enseñando que bajo las energías de la nueva conciencia  los vínculos deben ser claros y trasparentes. La manera de relacionarnos con los otros es de fundamental importancia en este proceso evolutivo, todos estamos resonando en la misma red electromagnética del planeta, nuestros pensamientos crean realidades continuamente, con ellos podemos sincronizar o distorsionar la mente grupal. Es nuestra responsabilidad sostener la autenticidad y el equilibrio en todas las relaciones humanas.
Si bien Saturno y Libra no están relacionados con el amor, todos los vínculos humanos llevan una carga de sentimientos y afectos.  Libra es conocido como el signo de la pareja y desde allí, pareja y amor deberían ir unidos,  según rezan los viejos cánones  sociales. “Me uno al ser que creía amar, formo una pareja basada en el amor” hasta que descubro que  la convivencia, el lado oscuro de cada uno, las apariencias, los bloqueos emocionales van minando el creído amor. Si algo nos enseña Saturno en Libra es amar más allá de los apegos egoístas, respetar al otro en su identidad propia y respetarnos a nosotros mismos en nuestros sentimientos profundos.
El solsticio de Capricornio del 22 de diciembre marca el último giro del Sol antes de diciembre 2012. Será un año más de finalizaciones de ciclos, un año para cerrar todo aquello que no queremos más en nuestro viaje de regreso a casa.
El 25 de diciembre se hará la luna nueva de Capricornio en conjunción con Plutón, indicando una energía plutoniana de disolución de viejas estructuras y formas antiguas de relación. Surge un nuevo modo de festejar estas fiestas ancestrales.
En estas fiestas navideñas: reencontrarnos con la familia del corazón, festejar en esencia lo que significa el Nacimiento a la conciencia crística de Amor. Recordar el sentido verdadero, Jesús vino a la Tierra para traernos el AMOR. Oportunidad para expresar el sentimiento del perdón y la reconciliación.
En la energía del amor infinito
 
Ana María Frallicciardi www.aguilaazul.com.ar
anamaria@aguilaazul.com.ar

 

jueves, diciembre 1

En busca del maestro perdido


Algunos discípulos pasan la vida preguntándome dónde está la verdad -dijo un maestro. Así que un día decidí señalar en una dirección cualquiera, intentando demostrar que lo importante es recorrer un camino, y no quedarse pensando en él.
Pero en lugar de mirar en la dirección que le señalaba, el hombre que me había hecho la pregunta comenzó a examinarme el dedo, tratando de descubrir dónde estaba escondida la verdad.
Cuando la gente busca un maestro, debería estar buscando experiencias que puedan ayudarle a evitar ciertos obstáculos. Desgraciadamente, la realidad es otra: recurren a la ley del mínimo esfuerzo, intentando encontrar respuestas para todo. El que desea aprovecharse del esfuerzo del maestro para así no gastar sus energías nunca llegará a ninguna parte, y acabará por sentirse decepcionado.
Quien estudie un poco la historia de Buda, se dará cuenta de que, después de alcanzar la iluminación, se dedicó a hacer que sus discípulos desarrollasen las cualidades necesarias para llegar a la tan anhelada paz de espíritu.
Quien lea los evangelios, reparará en que casi todas las enseñanzas de Jesús tienen lugar en dos circunstancias: bien cuando viajaba, bien alrededor de una mesa.
Nada de templos. Nada de lugares escogidos. Nada de prácticas sofisticadas y difíciles: los apóstoles prestaban atención a lo que decía cuando andaba y cuando comía, cosas que hacemos todos los días de nuestras vidas.
Precisamente porque las hacemos todos los días, no damos ningún valor a las enseñanzas que están escondidas en nuestros quehaceres diarios. Pensamos que las cosas sagradas son accesibles sólo para los gigantes de la fe y la voluntad, y pensamos que aquello que hacen las personas es demasiado pobre para ser aceptado con alegría por Dios.
En busca de nuestros sueños e ideales, muchas veces colocamos en lugares inaccesibles todo lo que está al alcance de la mano. Cuando descubrimos el error, en lugar de alegrarnos por haber comprendido nuestros fallos, nos dejamos llevar por la culpa de haber dado pasos errados, de haber malgastado nuestras fuerzas en una búsqueda inútil, de haber disgustado a quien deseaba nuestra felicidad. Y es entonces cuando corremos el peligro de acercarnos a los ‘maestros’ o ‘gurús‘ que nos ayudarán a recuperar el tiempo perdido.
Pero no es así: aunque el tesoro esté enterrado en tu casa, sólo lo descubrirás cuando te hayas alejado.
Si Pedro no hubiese experimentado el dolor de la negación, no hubiera sido escogido jefe de la Iglesia. Si el hijo pródigo no hubiese abandonado todo, jamás habría sido recibido con júbilo por su padre. Si Buda no hubiese decidido vivir una vida de sacrificio durante muchos años, jamás hubiera entendido el placer de la alegría.
Algunas cosas en nuestras vidas tienen un sello que dice: «Sólo comprenderás mi valor cuando me pierdas y me recuperes». De nada sirve querer acortar este caminó. Existe un viejo dictado mágico que dice: cuando el discípulo está listo, aparece el maestro.
Pensando en esto, muchas personas se pasan la vida entera preparándose para este encuentro. Cuando se cruzan con el maestro, se entregan por completo, días, meses o años. Pero terminan descubriendo que el maestro no es el ser perfecto que habían imaginado, sino una persona igual a las demás, cuya única función es compartir aquello que ha aprendido.
Al verse frente a una persona normal, el discípulo se siente herido. Siente desesperación y el deseo de abandonar la búsqueda, cuando, en realidad, es así como debe ser, es esto lo que nos hace libres para labrarnos nuestro propio camino.
(Paulo Coelho)