Cada alma llega a la Tierra con karma, las deudas espirituales que tienen con los demás. Durante una vida, las relaciones son creadas para resolver el karma y finalmente sanarlo y liberarlo. A veces estas relaciones son difíciles y ustedes pueden creer que nuestro karma es “malo”. Otras veces, son maravillosas y esto hace que ustedes crean que su karma es “bueno”, a esto le llamamos darma. Pero no hay bueno o malo, la clave está en saber cómo se resuelve.
Las relaciones kármicas dependen de las lecciones involucradas. Pero no son buenas o malas, simplemente representan heridas que su alma ha acordado sanar. Los ciclos kármicos determinan quién es la víctima y quién el agresor, quién es el abusador o el abusado. Cada persona que abusa de ustedes alguna vez fue abusada por ustedes. Permitir que su cuerpo emocional se involucre los mantiene en el karma a ustedes, en donde han estado por muchas vidas. Ser guiados por su conocimiento espiritual los libera y resuelve el karma para siempre.
Mientras que no pueden evitar su karma, pueden elegir cuán involucrados se permitirán estar al experimentar sus lecciones. Usar su intuición, ser conscientes de sus pensamientos y poner atención a las conexiones que tienen con los demás determinará cuánto crecerán sus vínculos kármicos. Practicar el desapego y observar sus emociones les impedirá entrar en relaciones tan pronto como sientan la atracción de un vínculo kármico. Recordar que ustedes están aquí para sanar el karma, no experimentarlo, les ayudará a tomar decisiones que los mantendrán en el camino de la sanación.
Pueden terminar el karma recordando su papel en el Cambio. Ustedes ayudan a sanar a su pareja kármica tanto como se sanen a sí mismos. Su elección de no comprometerse en el karma es la mejor sanación que pueden proporcionar a todos, pues se liberan a este nivel.
No crean karma adicional cuando lo evitan; se dan a ustedes mismos el regalo del perdón y la resolución y se liberan. El karma carga el alma y les impide a ustedes y a todos avanzar en su camino. Su regalo a ustedes mismos, a su grupo de alma y a la humanidad en este momento es la habilidad de perdonar, sanar y liberar karma. Esto traerá paz a todos, al cielo y a la tierra.
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