Camino de transformación

Camino de transformación
La Luz siempre vibra en una frecuencia muy alta. Conforme nuestros cuerpos y órganos se armonizan nos hacemos canales más puros y se producen cambios casi imperceptibles al principio, pero luego de forma más consciente con la purificación y la curación que experimentamos sucesivamente y según lo que necesitamos. El Amor y la luz han de ser inseparables para que podamos sanar lo más profundo en nosotros... todas nuestras heridas multidimensionales. Hay muchos caminos para trabajar la luz y todos tenemos de forma latente unos dones particulares para ello.... Yo siempre digo que al igual que en el plano material de la tierra trabajamos para nutrirnos, en los planos sutiles energéticamente también es así. Es inevitable sentir que uno tiene algo que hacer y buscar sin saber el qué, donde y como. Lo primero para empezar a recordar es hacerse consciente de ese anhelo y aceptar los signos y las señales que te irán despertando y guiando a lo largo del camino de transformación. Recuerda que la energía no se destruye... se transforma y refina, conforme la trabajamos en nosotros nos sincronizamos, nos conectamos y nos alineamos con ella. Como otras tantas técnicas el Reiki es un camino sencillo para iniciarse en el manejo de las energías y empezar a ofrecer un servicio útil al mundo. Yo tengo la maestría en varias técnicas. Para quien le vibre este método y contactar conmigo puede enviarme un e-mail a aymeluzyan@ymail.com.

*LA FUERZA DEL AMOR

VIDEO PRECIOSO QUE NOS HABLA SOBRE LA FUERZA DEL AMOR... NO TIENE DESPERDICIO. AL FINAL LA BASE DE TODO ARREBATO ES EL DESCONTENTO POR LA INSEGURIDAD QUE PRODUCE LA FALTA DE AMOR... EN UN INTENTO DE PROTEGERNOS LO BUSCAMOS FORZANDO SITUACIONES CON METODOS ERRONEOS. ¡MARAVILLOSA Y ESCLARECEDORA TECNICA PARA REPARAR DAÑOS, TRANSFORMANDO EL DOLOR Y TRANSMUTANDO LA IRA...!!! ¿QUE OPINAIS...?

viernes, diciembre 11

Así eres tu... Una joya valiosa y única


Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?







El maestro sin mirarlo, le, dijo: - Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... - y haciendo una pausa agregó -si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.






E... encantado, maestro, titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.






Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó - toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado.






Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.






El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.






En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.






Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado - más de cien personas - y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación.






Maestro - dijo- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.






Qué importante lo que dijiste, joven amigo - contestó sonriente el maestro -. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.






El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo: - Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender YA, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.






- 58 MONEDAS!!! Exclamó el joven. - Sí, replicó el joyero - yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...






El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.






Siéntate - dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a su trabajo.







6 comentarios:

Anónimo dijo...

Este artículo fue muy interesante, sobre todo desde que yo era la búsqueda de ideas sobre este tema el pasado jueves.

Aymé Luzyan dijo...

Decía la madre Teresa de Calcuta “Soy un pequeño lápiz en la mano de Dios, con el que El escribe su carta de amor al mundo”. Todos tenemos dentro un potencial incalculable que nadie puede quitarnos, solo existe un obstáculo... nosotros mismos.
Siente tu esencia, abre tus ojos a ella y si hace falta derriba muros, salta barreras mentales y emocionales limitantes... ahí tras el viaje iniciático hacia ti mismo descubrirás tu mayor riqueza.

Anónimo dijo...

Aymé, así eres tú, una joya valiosa y única. Gracias por estar ahí.

Aymé Luzyan dijo...

Gracias a Dios Padre madre en tu espejo... El nos asiste siempre con su Luz.
Que los Rayos Cósmicos portadores de Dones del Espíritu se derramen sobre nosotros y nos ayuden a llevar a cabo la misión del alma que nos trajo hasta aquí.

Con Amor Incondicional
Aymé Luzyan

Anónimo dijo...

Gracias, buen trabajo! Este fue el material que tenía que tener.

Aymé Luzyan dijo...

Hola, gracias por compartir y dejarnos tu comentario.
Cada vez que salgo a la calle y me convierto por momentos en observadora no puedo dejar de impresionarme ante la belleza innata del alma que late y se manifiesta a través de la vida en todo niño, anciano, hombre, mujer o cualquier Ser vivo.
A pesar de los parecidos, cada uno somos un vibrante Universo en busca de amor cuando nosotros mismos somos amor… amor que madura, se explora, se manifiesta, se busca… pero los ojos aparentemente abiertos siguen viviendo un sueño que olvida la verdadera naturaleza espiritual del Ser que no se reconoce, ni recuerda toda su belleza…. Ese es el reto… trascender mis culpas, mi baja autoestima y usar el Amor Incondicional que Yo Soy en el condicionamiento de la materia para perdonar, pero sobre todo sobre todo… para perdonarme por aquello que en la ilusión dejé entrar en mi vida y me alejó de mi misma y por añadidura de la Fuente de Amor Divino –Dios.
Que El Espíritu repleto de Verdad nos guie siempre… Aymé Luzyan