Como ustedes saben, las fuerzas de la Madre Naturaleza están tomando una vez más decisiones por nosotras. Servimos a estas fuerzas y nos inclinamos humildemente ante su poder. La mayor lluvia de los últimos 125 años cayó sobre la isla de Amami Oshima ayer, 20 de octubre. Las inundaciones han alterado muchos aspectos prácticos de la vida en Amami. A pesar de que las aguas están remitiendo, no hay vuelos a Amami a partir de hoy (22 de octubre) y hemos decidido celebrar nuestro Consejo en Kagoshima, por lo cual ahora las Abuelas están viajando hacia allí. Les daremos más información tan pronto como sea posible.
Las Abuelas nos hemos unido para traeros el mensaje de las profecías, y estas nos advierten que hay que cuidar la naturaleza y abrir nuestros corazones a la oración, tan necesaria en estos tiempos de gran transformación. Como seres humanos que hemos causado daños irreversibles a nuestra Madre Tierra, ahora la única solución es que nos unamos.
El Consejo de las 13 Abuelas se han reunido ya durante tres días en Nagoya y ha participado de la conferencia COP10 sobre Diversidad Biológica Mundial, en la que afirmamos la necesidad de cuidar a nuestra Madre Tierra. Las Abuelas pedimos a los que tienen poder sobre el futuro de nuestro planeta que alcancen un mayor discernimiento en sus decisiones, porque un gran peligro ya amenaza a nuestro planeta.
Estas tormentas se manifiestan como una prueba del peligro real y, también, como una prueba para nuestra misión. Todo lo que podíamos hacer era rezar por aquellos hombres que han olvidado su verdadera naturaleza y tratan de controlar la vida natural. Pero nadie puede controlar la lluvia y los fenómenos de la naturaleza. A pesar de todos sus conocimientos científicos, nadie puede controlar esas fuerzas.
Hemos completado nuestros eventos en Nagoya, y realizado nuestras oraciones. Y mientras nos preparábamos para ir a Amami Oshima hemos recibido la inesperada noticia de estas lluvias torrenciales. Nos encontramos con la tormenta dentro de nosotros mismos, sin noción de qué hacer, pero una vez más nos hemos recuperado con nuestras oraciones recobrando el equilibrio. Una vez más confirmamos que nuestra misión en la tierra está destinada a que la gente despierte, porque el tiempo ya ha llegado.
No hay coincidencias en el mundo. Precisamente ahora que estamos en Japón, llega la treceava tormenta de la temporada, anunciando nuestra presencia y manifestando nuestra visión. Nuevamente recibimos otra advertencia, dentro de todas las advertencias anteriores. Es hora de que la gente de la tierra despierte y elevemos nuestra conciencia a la verdad de todos los espíritus que reinan sobre nosotros. Este es un momento de gran transformación en que todos los hombres y mujeres que creen en el Espíritu bajo cualquier forma de culto, se unan para rescatar al planeta. El momento es ahora, muchos más desastres inimaginables caerán sobre la tierra si seguimos por este camino. Es necesario arremangarse para trabajar unidos y conectar con el Gran Espíritu.
En realidad, la re-unión ya ha comenzado. Quizás muchos de ustedes estén experimentando sus propias tormentas personales. Os damos las gracias a muchos de ustedes que ya están alineados con nosotras y nos apoyáis en este difícil momento. Todos creen que este es un gran momento, nadie con quien hayamos hablado se resiste y todas y todos perseveran en su intento de unirse a nosotras. Saben que algo muy importante va a pasar, sobre todo para la propia transformación.
Las personas se están uniendo gracias los desastres naturales en nombre de la unidad y el amor, entregándose a las necesidades inmediatas del mundo, tal como nosotras las abuelas hacemos todos los días.
Tenemos que dejar de lado nuestras expectativas acerca de lo que vendrá. Todo lo que experimentemos actualmente es sólo un pequeño ensayo de los tiempos por venir. Animamos a todos a reunirse con nosotras en los rezos por el pueblo de Amami, Japón y por las personas afectadas por las tormentas.
Os damos gracias por vuestras oraciones y esperamos estar con ustedes en Kagoshima. A través de nuestra web podréis tener infomación actualizada.
Las Abuelas nos hemos unido para traeros el mensaje de las profecías, y estas nos advierten que hay que cuidar la naturaleza y abrir nuestros corazones a la oración, tan necesaria en estos tiempos de gran transformación. Como seres humanos que hemos causado daños irreversibles a nuestra Madre Tierra, ahora la única solución es que nos unamos.
El Consejo de las 13 Abuelas se han reunido ya durante tres días en Nagoya y ha participado de la conferencia COP10 sobre Diversidad Biológica Mundial, en la que afirmamos la necesidad de cuidar a nuestra Madre Tierra. Las Abuelas pedimos a los que tienen poder sobre el futuro de nuestro planeta que alcancen un mayor discernimiento en sus decisiones, porque un gran peligro ya amenaza a nuestro planeta.
Estas tormentas se manifiestan como una prueba del peligro real y, también, como una prueba para nuestra misión. Todo lo que podíamos hacer era rezar por aquellos hombres que han olvidado su verdadera naturaleza y tratan de controlar la vida natural. Pero nadie puede controlar la lluvia y los fenómenos de la naturaleza. A pesar de todos sus conocimientos científicos, nadie puede controlar esas fuerzas.
Hemos completado nuestros eventos en Nagoya, y realizado nuestras oraciones. Y mientras nos preparábamos para ir a Amami Oshima hemos recibido la inesperada noticia de estas lluvias torrenciales. Nos encontramos con la tormenta dentro de nosotros mismos, sin noción de qué hacer, pero una vez más nos hemos recuperado con nuestras oraciones recobrando el equilibrio. Una vez más confirmamos que nuestra misión en la tierra está destinada a que la gente despierte, porque el tiempo ya ha llegado.
No hay coincidencias en el mundo. Precisamente ahora que estamos en Japón, llega la treceava tormenta de la temporada, anunciando nuestra presencia y manifestando nuestra visión. Nuevamente recibimos otra advertencia, dentro de todas las advertencias anteriores. Es hora de que la gente de la tierra despierte y elevemos nuestra conciencia a la verdad de todos los espíritus que reinan sobre nosotros. Este es un momento de gran transformación en que todos los hombres y mujeres que creen en el Espíritu bajo cualquier forma de culto, se unan para rescatar al planeta. El momento es ahora, muchos más desastres inimaginables caerán sobre la tierra si seguimos por este camino. Es necesario arremangarse para trabajar unidos y conectar con el Gran Espíritu.
En realidad, la re-unión ya ha comenzado. Quizás muchos de ustedes estén experimentando sus propias tormentas personales. Os damos las gracias a muchos de ustedes que ya están alineados con nosotras y nos apoyáis en este difícil momento. Todos creen que este es un gran momento, nadie con quien hayamos hablado se resiste y todas y todos perseveran en su intento de unirse a nosotras. Saben que algo muy importante va a pasar, sobre todo para la propia transformación.
Las personas se están uniendo gracias los desastres naturales en nombre de la unidad y el amor, entregándose a las necesidades inmediatas del mundo, tal como nosotras las abuelas hacemos todos los días.
Tenemos que dejar de lado nuestras expectativas acerca de lo que vendrá. Todo lo que experimentemos actualmente es sólo un pequeño ensayo de los tiempos por venir. Animamos a todos a reunirse con nosotras en los rezos por el pueblo de Amami, Japón y por las personas afectadas por las tormentas.
Os damos gracias por vuestras oraciones y esperamos estar con ustedes en Kagoshima. A través de nuestra web podréis tener infomación actualizada.
Con AmorAbuela Clara Shinobu Iura
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