Camino de transformación

Camino de transformación
La Luz siempre vibra en una frecuencia muy alta. Conforme nuestros cuerpos y órganos se armonizan nos hacemos canales más puros y se producen cambios casi imperceptibles al principio, pero luego de forma más consciente con la purificación y la curación que experimentamos sucesivamente y según lo que necesitamos. El Amor y la luz han de ser inseparables para que podamos sanar lo más profundo en nosotros... todas nuestras heridas multidimensionales. Hay muchos caminos para trabajar la luz y todos tenemos de forma latente unos dones particulares para ello.... Yo siempre digo que al igual que en el plano material de la tierra trabajamos para nutrirnos, en los planos sutiles energéticamente también es así. Es inevitable sentir que uno tiene algo que hacer y buscar sin saber el qué, donde y como. Lo primero para empezar a recordar es hacerse consciente de ese anhelo y aceptar los signos y las señales que te irán despertando y guiando a lo largo del camino de transformación. Recuerda que la energía no se destruye... se transforma y refina, conforme la trabajamos en nosotros nos sincronizamos, nos conectamos y nos alineamos con ella. Como otras tantas técnicas el Reiki es un camino sencillo para iniciarse en el manejo de las energías y empezar a ofrecer un servicio útil al mundo. Yo tengo la maestría en varias técnicas. Para quien le vibre este método y contactar conmigo puede enviarme un e-mail a aymeluzyan@ymail.com.

*LA FUERZA DEL AMOR

VIDEO PRECIOSO QUE NOS HABLA SOBRE LA FUERZA DEL AMOR... NO TIENE DESPERDICIO. AL FINAL LA BASE DE TODO ARREBATO ES EL DESCONTENTO POR LA INSEGURIDAD QUE PRODUCE LA FALTA DE AMOR... EN UN INTENTO DE PROTEGERNOS LO BUSCAMOS FORZANDO SITUACIONES CON METODOS ERRONEOS. ¡MARAVILLOSA Y ESCLARECEDORA TECNICA PARA REPARAR DAÑOS, TRANSFORMANDO EL DOLOR Y TRANSMUTANDO LA IRA...!!! ¿QUE OPINAIS...?

martes, julio 26

YO SOY


Cuentan que una vez

 En un país muy rico y lejano, se realizó un encuentro al que asistieron todos los sabios de la Tierra; allí fueron recibidos con todos los lujos pertinentes. Cada uno ostentaba sus logros científicos y sabiduría; algunos incluso, mostraban sus propios inventos. Llamaba la atención poderosamente, el hecho de que había un común denominador en sus conductas: todos se miraban unos a otros, pero no podían verse entre sí. E incansablemente, usaban las dos mismas palabras para definirse: yo soy doctor en Astronomía; yo soy doctor honoris causa por la
yo soy doctor en Física y Matemáticas y así sucesivamente

Quizás se comportaban de tal modo, porque estaban enamorados de sus propios logros personales y no alcanzaban a descubrir en toda la sala, a la otredad. Sí, se refiere la cualidad del prójimo, aquella que tiene el poder de actuar por su sola presencia, sin presentaciones ni argumentos; simplemente, transformándonos evolutivamente. Algo así, como morir y renacer al mismo tiempo en cada encuentro con los demás.

  En un extremo de tan lujoso recinto, se abrió suavemente la puerta y apareció un hombre, de aproximadamente unos treinta a treinta y tres años, quien dijo: Yo soy. Mas nadie lo escuchó entre tanta multitud y bullicio.  Luego, sin dar explicaciones, partió ráudamente del lugar hacia el valle de los labriegos.

Pareciera éste suceso, tener alguna relación con aquel proverbio Sufí que reza así: Dios es simple, todo lo demás es compejo

anónimo

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