Érase una vez en el país de las mil y una noches... En este país había un rey que era muy polémico por sus acciones, tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala... Los prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:
"Os voy a dar una oportunidad, mirad el rincón del lado derecho de la sala... "
Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.
"Ahora -continuaba el rey- mirad hacia el rincón del lado izquierdo..."
Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver... en verdad era algo verdaderamente horrible de imaginar y mucho más de ver.
El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:
"Ahora escoged lo que queráis: morir clavados por las flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra y quedarse encerrados allí. Decidid, tenéis libertad, escoged..."
Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento: a la hora de tomar la decisión, llegaban cerca de la horripilante puerta negra de más de cuatro metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos, con leyendas escritas del tipo: "viva la muerte" , y decidían: prefiero morir asaeteado...
Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la muerte y decían al rey: prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado. Millares optaron por lo que estaban viendo: la muerte por las flechas. Un día, la guerra terminó, pasado el tiempo, uno de los soldados del "pelotón de flechas" estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey.
El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó:
- Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade por mi pregunta, pero... ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?
El rey respondió...
- ¿Recuerdas que a los prisioneros siempre les di la opción de escoger?, pues bien... ve y abre esa puerta negra.
El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió cómo un rayo puro de sol besaba el suelo de la enorme sala, abrió un poco más la puerta y, más luz y un delicioso aroma a verde llenaron el lugar. El soldado notó que la puerta negra daba a un campo que desembocaba en un gran camino.
Fue entonces cuando el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la... Libertad.
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