Camino de transformación

Camino de transformación
La Luz siempre vibra en una frecuencia muy alta. Conforme nuestros cuerpos y órganos se armonizan nos hacemos canales más puros y se producen cambios casi imperceptibles al principio, pero luego de forma más consciente con la purificación y la curación que experimentamos sucesivamente y según lo que necesitamos. El Amor y la luz han de ser inseparables para que podamos sanar lo más profundo en nosotros... todas nuestras heridas multidimensionales. Hay muchos caminos para trabajar la luz y todos tenemos de forma latente unos dones particulares para ello.... Yo siempre digo que al igual que en el plano material de la tierra trabajamos para nutrirnos, en los planos sutiles energéticamente también es así. Es inevitable sentir que uno tiene algo que hacer y buscar sin saber el qué, donde y como. Lo primero para empezar a recordar es hacerse consciente de ese anhelo y aceptar los signos y las señales que te irán despertando y guiando a lo largo del camino de transformación. Recuerda que la energía no se destruye... se transforma y refina, conforme la trabajamos en nosotros nos sincronizamos, nos conectamos y nos alineamos con ella. Como otras tantas técnicas el Reiki es un camino sencillo para iniciarse en el manejo de las energías y empezar a ofrecer un servicio útil al mundo. Yo tengo la maestría en varias técnicas. Para quien le vibre este método y contactar conmigo puede enviarme un e-mail a aymeluzyan@ymail.com.

*LA FUERZA DEL AMOR

VIDEO PRECIOSO QUE NOS HABLA SOBRE LA FUERZA DEL AMOR... NO TIENE DESPERDICIO. AL FINAL LA BASE DE TODO ARREBATO ES EL DESCONTENTO POR LA INSEGURIDAD QUE PRODUCE LA FALTA DE AMOR... EN UN INTENTO DE PROTEGERNOS LO BUSCAMOS FORZANDO SITUACIONES CON METODOS ERRONEOS. ¡MARAVILLOSA Y ESCLARECEDORA TECNICA PARA REPARAR DAÑOS, TRANSFORMANDO EL DOLOR Y TRANSMUTANDO LA IRA...!!! ¿QUE OPINAIS...?

sábado, enero 2

*ALMAS GEMELAS*



Dios creó un TODO y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes. Deberían evolucionar cada una a través de vidas separadas. Así nacieron las almas gemelas, ese es el concepto de su existencia y la razón del por qué están separadas.







Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos diferentes, la unión de esas almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones estaremos juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas, con las mismas experiencias, pero no nos reconocemos desde el primer instante porque falta evolución y por eso necesitamos de otras relaciones. Pero el reencuentro al final, es inevitable.






Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo, las distancias. Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse y besarse y expandir las energías de sus corazones. Ambas desean crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el egoísmo ni la individualidad y tienen el deseo, aunque inconsciente, de llevar a cabo su misión juntos.






Se complementan en todos los sentidos... ¡casi piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más. Se dan cuenta que aunque separadas han estado buscándose siempre, ahora comprenden el por qué de la espera, por qué la alegría de vivir y por qué los corazones no se cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus experiencias pasadas fueron la preparación para el reencuentro.






Las almas gemelas se atraen más fácilmente cuando los dos tienen buen humor, son activos, vivaces, conversan largamente, la música los transporta a su lugar original. Buscan el éxtasis y lo disfrutan. Hacer el amor es una experiencia que cobra un inusitado significado y en un indescriptible instante de esa unión, logran reconocer a través de sus ojos, el alma que estaban buscando y entonces... ¡sabrás que esa es tu otra mitad!






EL AMOR HUMANO Y EL AMOR DIVINO






No existe más que una sola forma de amor. Nace en lo más profundo de nuestro ser para impregnar al ser amado y, a través de él, a toda la creación. Esta forma de amor se enriquece en cada contacto y continúa irradiando hacia el infinito. El ser que ha descubierto la fuente de la juventud reconoce este amor en la más pequeña de las flores del campo como en los ojos del ser amado. ¡El amor divino es la fuente del más puro éxtasis!






Lo que llamamos “amor humano” se basa con frecuencia en el miedo, la inseguridad y las creencias culturales. El ser buscará en el otro “la sustancia mágica” que vendrá a colmar el inmenso vacío interior que siente. Este subterfugio se verá, tarde o temprano, en entredicho, cavando tras él un valle de lágrimas bordeado de amargura. Atormentado por esta dolorosa experiencia, proseguirá a pesar de todo su efímera búsqueda. Esta larga travesía del desierto, salpicada de oasis paradisiacos, lo dejará siempre sediento.






Cuando dos seres conocen el amor divino, se nutren mutuamente. Conscientes de que la fuente del amor mana en cada uno de ellos, no conocen el miedo a que les falte. Así como la brisa aviva el fuego, son conscientes de que el soplo de su amor atiza el brasero que crepita alegremente en su centro de poder. Serenamente, saboreando cada instante, caminan hacia el éxtasis.










El amor divino es eterno.


Si alguien ama a una persona,


Ese amor no nace hoy.


Está desde hace tiempo en el alma


del individuo


y tan sólo se manifiesta hoy.


Las almas que se aman no se separan,


ni en el cielo ni en la tierra.






Peter Deunov

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